verso el verse

“Finalmente, mientras escribía,
esta noche, solito, de buen humor,
componiendo este legado y copiándolo,
oí la campana de la Sorbona
que siempre a las nueve tañe
la Salvación predicha por el ángel;
entonces suspendí y puse un hito
para Orar como el corazón manda.
Mientras lo hacía, entreolvidé,
no a fuerza de beber vino,
mi espíritu estaba como amarrado,
entonces sentí a la señora Memoria
retomar y meter en su armario
a sus especies colaterales,
la opinativa falsa y de verdad.
Y asimismo la estimativa
por la que nos llega la preventiva,
similativa, formativa,
que bien a menudo, por el desorden
que provocan, el hombre se vuelve loco
y lunático cada mes:
esto he leído, si bien me acuerdo,
en Aristóteles algunas veces.
Entonces lo sensitivo despertó
y excitó la fantasía
que a todos los órganos despabiló
y tuvo a la parte soberana
en suspenso y como amortiguada
porque la oprimía el olvido
que en mí se había dispersado
para mostrarle
la Alianza
de los sentidos”
François Villon (Los Legados, 1456)

verso el verse

20.5.08

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